Lo que la escritura logra

Enamorada, donde mi piel reacciona con solo el recuerdo de unos dulces besos. Enamorada, de esa mirada intensa que debilita mis cimientos haciéndome muy feliz. Enamorada, de caricias furtivas delizándose en mi espalda desatando la electricidad. Enamorada, de una exquisita quimera que arrasa mi cordura en medio de la soledad y el silencio.

Vagaba por el mundo entretenida en pensamientos donde todo eran imagenes de mi existencia. A veces duele recordar otras el soñar, pero también se hace necesario el volver a volar. Darte cuenta que la vida se encuentra donde disfrutes cuando la sientes, cuando la vives. Cuando sus pequeños detalles te roben una sonrisa te regalen un rayo de sol un beso deseado.

Sigues siendo la estela de un amor que mi corazón ansía que mi alma necesita. Donde se detienen las vidas ajenas se intensifica la mía, siendo feliz. Segundos que se  vuelven horas colmadas de cariño donde se descubren nuevos sentidos. Nada es igual espontaneidad que me relaga otro rayo de sol.

Intentar creer cuando todo  parece lo contrario, duele. Intentar nacer en otro corazón que late en tí, ilusión. Intentar crecer con la esperanza de un cambio, utopía. Intentar vivir con certezas y seguridades, candidez. 

Mi alma busca paz un abrazo tuyo la brinda arrullada en tu pecho conteniendo mis miedos. Se disipan las brumas que envuelven mis días haciendo que respirar deje de ser doloroso. Controlas mis emociones que negativas me invaden pero les pones fin con el néctar de tus labios. Empujas mis fuerzas a ver la luz a través de tu mirada despertando esa esperanza que a veces se acaba.

Quiero vestirme  sólo con tus besos, llevarlos en mis labios dormir plácidamente. Tenerte a la distancia de nuestras bocas que se rozan y dibujan erizando la piel. Deleitarme hasta saciar mis instintos que  viven y mueren con cada uno de ellos. Perderme en su contorno en esos gajos apetecibles de fruta madura que me llevan a la excitación.

Se había hecho extensa la distancia, entre tus labios y los míos, que del sabor de tus besos ya solo queda un resquicio, que se niega a desaparecer. Aunque las noches se hacen  eternas, en mi corazón  la felicidad hace mella, sabiéndote mío a pesar de no ver esos ojos que iluminan mi existencia. El destino a veces juguetón , da muchas vueltas para reencontar esas almas separadas, pero unidas en un palpitar. Mis pasos se detienen frente a tí, todo se vuelve inmóvil e inexistente, sólo mis brazos que se cuelgan de tu cuello, para robarte besos y suspiros, deleitarnos en cada roce. Todo se vuelve real, no parece haber existído distancia entre nuestros cuerpos, que siempre gritan pasión y deseo, cuando rozan la piel.

Duermes plácidamente mientras yo velo tu sueño, me gusta la imagen tú cuerpo desnudo. Acaricio tu espalda besos que la recorren imaginando fantasías que se podrán hacer realidad. Mis manos no se alejan de tu piel que las atraen como un imán te dibujo de arriba abajo, me encanta ese tacto. Te vuelves hacia mí me regalas un tierno beso que me hace volar hacia ese mundo donde sólo somos tú y yo.

Sencillo amanecer donde la calma la respiro a través de tu dulce mirada. Te conviertes  en donde quiero atracar cada segundo de mi vida, eres remanso de paz. Los días se vuelven esa nueva oportunidad para descubrir mi felicidad en todos los pequeños detalles. Brindando a las noches un sentido diferente entre dos almas encontradas una vez más. 

Se impregna el ambiente de ese aroma especial que desprenden las almas cuando se aman con intensidad. Se recorren palmo a palmo cada poro de la piel desatando electricidad, destellos de pasión. Sólo dos cuerpos que encajan en los planes de lujuria y deseo, hasta la próxima vez. Siempre se tienen atados a los recuerdos, donde crean nuevas formas para desplegar sus alas.

Felicidad que se resume en miradas de amor caricias tiernas, destellos de esperanza. Donde cada beso representa una nueva promesa incondicional de satisfacción. Por que cada día al despertar unidos los corazón se vuelven acelerar. Complementados encontramos ese equilibrio perfecto en la relación.

Decido amarte mientras tu corazón  lata sólo por mi piel y mis caricias. Decido tenerte mientras tus ojos se deleiten con  mi figura y sonrisa. Decido quererte mientras tus caricias vuelvan loco de placer este cuerpo que arde entre tus manos. Decido retenerte mientras tus labios formen manuscritos de amor entre las dunas de mi ser.

Sorpresas deparó la noche haciendo fluir emociones que encontradas del brazo calentaron mi corazón. Palabras, miradas, caricias y besos furtivos que deseosos se plasmaron en una piel ardiente. Nada importaba solo ese sentir que escandalizaba nuestro alrededor. El tiempo dejó de existir las dudas se extinguieron, importaba la felicidad que nuestras almas encontraban.

¿Cómo no quererte? si tienes casi todo aquello que en mi vida necesito, brindándome la felicidad. Tengo besos castos, prohibidos, pasionales, tengo silencios de tu mano que me llenan de palabras. Tengo miradas intensas, sublimes, excitantes, haciendo que mi cuerpo se erice entre tus brazos. Tengo desayunos amenos, duchas entre risas, despedidas amorosas, tengo todo en tí.

Tiempo de sosiego donde recordar es un deleite cuando de tus labios se trata. Tranquilidad infinita en un corazón enamorado que busca otras formas de decirte: TE QUIERO. Tempestad pasada miedos encerrados solo quedan tus ojos que iluminan mi existencia. Ternura inagotable colmando mi instintos de caricias y besos que complementan mi vida.

Envuelta en tus brazos concilio el sueño recibiendo ese calor que eriza mi piel. Notar tu respiración que cubre mi cuello, ese fuerte torso que acomoda mi cabeza. Me dejo llevar por Morfeo sabiéndome querida entre tus besos y el latir de tu corazón. Donde la madrugada  me invita a dibujar esa espalda con caricias para hacerte remover. Despertar con esos luceros dando luz a mi existencia, esos labios que sellan nuestra historia de amor.  

He  renacido entre tus besos esos ojos que me incitan caricias que me poseen entregarme por completo a tí. Hacer que pierdas la razón entre mis muslos enredaderas, desatar los instintos de piel ardientes de deseos. Caer ambos al abismo de esa lujuria embriagante que sorbemos en cada beso en el manar de nuestro ser. Volver a la calma entre brazos fuertes que se convierten en el mejor cobijo de mi amor.

Una tenue luz se cuela entre las rendijas de mis miedos,  queriendo hacerme ver que aún queda la esperanza. Un círculo vicioso más poderoso que la cordura, me obliga otra vez a unirme a la locura. Unido a mis ansias los deseos de pecar entre un torso que embriaga mis poros de lujuria. Utopía de amor que me brinda horas eternas desenfrenadas. 

Un suspiro que muere ahogado en la garganta, un recuerdo construido a base de besos dados. Caricias de cenizas de una piel agonizante, olvidada entre cuatro paredes que son las mismas que le dan vida. Deseos que escapan entre las manos, no existen más historias que crear. Dejar de levitar vagando sin rumbo, entre calles sin silencios que se convierten en condena.

Se dio cuenta que se creó a si misma una burbuja a su alrededor, sólo ahí existe. En el mundo exterior se vuelve un punto insignificante volátil donde desaparece fácilmente. Levita intentando escapar de recuerdos que atormentan, pero su piel los guarda celosamente. Opta el margen de la vida donde camina sola, sin volverse una carga en la existencia.

Se da cuenta que su exixtencia se resume entre cuatro paredes, para transformarse luego en un débil recuerdo. Donde la felicidad se vuelve momentánea, luego es una utopía que cubre su vida. No está en sus manos retener las ilusiones de besos que duerman ni caricias eternas. Todo se desvanece se vuelven fantasías, habitando en la memoria de un alma que estará vacía. 

Palabras que me ahogan desencadenando tristezas, siendo las únicas que arrullan mis noches eternas. Me pierdo en el olvido de una memoria esfímera, donde desaparezco sin dejar rastro alguno. Que más da, no importa si me estela se disipa como bruma fría entre suspiros sombríos. Atada a un sentimiento que solo existe en mi cabeza, creyendo que algún día podría ser realidad.

Me siento a escribir una historia forjada con distancia con silencios. Donde el tiempo incrementa el deseo de volver a encontrar esos ojos que me enloquecen. Donde el silencio me habla de palabras que brotaron como manantial de amor. No importa la sinrazón que me embriaga con cada segundo, sólo ese beso que es mi sosiego.

Dicen que hay tres amores en la vida: el primero te enseña amar el segundo a madurar y el tercero es el definitivo. Corazón de mi existencia, tú eres el tercero, ¿te conviertes en mi  definitivo? Contigo seguiré aprendiendo amar más allá de lo inimaginable, madurar para afrontar adversidades y ser tuya por siempre. Me basta tu mirada, tu sonrisa y tus labios, para que cada mañana se convierta en un día especial.

Se enlazaron sus manos cuando la noche caía, desatando entre ellos una corriente de amor. Estremecidos se dejaron llevar, hacia donde sus pasos les quisieron llevar. Desafiaron el silencio con besos impulsivos, que cubrían una piel ardiente en pasión. Embrujados siguieron el camino al placer, recorriendo sin sentido extasiados el elixir del amor.

A partir de ahora, la calma inundará mis vacíos. A partir de ahora, la sensatez dará sosiego a los silencios. A partir de ahora, la pasión incrementará con la distancia. A partir de ahora, la ausencia será una prueba de amor. A  partir de ahora, las caricias serán la recompensa al desamparo. A partir de ahora, el recuerdo será el compañero ideal. A partir de ahora, mis sueños se volverán realidad. A partir de ahora, mi felicidad será el sello de identidad.