Amor

El amor entró sin llamar,
dejando mi alma al descubierto,
haciéndome reír y llorar,
por el mismo sentimiento.

Sin nombres y apellidos,
llena los días de ilusión,
robándome en cada sonrisa
mi loco corazón.

Destino que caprichoso,
siempre juega con ventaja,
se dispone a unir
dos volátides cuerpos.

Se llenan los espacios,
con besos que furtivos,
aumentan la pasión
e incrementan los misterios. 

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