Designios de la vida

Con días como el de ayer, me sigo dando cuenta que esa fuerza que rige tu destino siempre actúa en consecuencia va anclando las piezas que llegan al misterio y te regalan un momento de felicidad.

Parecía un día gris, de esos que solo quieres terminar,  te deslizas casi obligada levitando por el camino, que se hace cuesta arriba.

Llegas sin ilusión al final de la travesía y ahí está de pie, junto a la escalera, sorniendo ese faro que ilumina tu rostro con destellos de felicidad.

Se despejan las nubes grises y tu corazón vuelve a latir, pensando en el destino que te lleva hacia él, donde sus palabras te saben a miel.

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