El chico de la habitación 209 V
Meses intensos vivieron, disfrutando de ese amor, eran tan felices, Adele había cambiado tanto desde que conoció a Marcos, su rostro estaba muy luminoso, su sonrisa era eterna y cada día la veían mas hermosa.
Esa noche quedaron para cenar en el sitio de siempre, al salir del trabajo se encontrarían ahí.
Adele llegó antes, la llevaron a su mesa y unos minutos más tarde entraba Marcos con un hermoso ramo de flores, se oyó de fondo la primera canción que bailaron, él se puso de rodillas y sacó un precioso anillo.
Adele temblaba, tanta felicidad no la había sentido antes, dijo un débil "si quiero" y poco a poco fueron saliendo todos esos amigos que celebraban con ellos, ese gran momento.
Los días posteriores, preparativos para que la boda fuese lo más pronto posible, todos ayudaban para que en mes y medio ellos unieran sus vidad.
Se casarían en la casa que los había unido y el banquete en el bar donde su historia se comenzó a crear, pasaban los días.
Faltaba una semana para el enlace,se hacían largos los días...
Esa mañana, era su gran día, Adele encontró un vestido de raso, con los hombros al aire, ajustado a su cuerpo, cabellera al aire, maquillaje y ramo. Quince minutos antes, pidió estar sola.
Se miraba al espejo y sonreía agradeciendo ese hombre tan maravilloso que habia llegado a su vida.
Minutos mas tarde tocaban a su puerta, todo estaba listo.
Abrió su puerta ante ella, al otro lado del pasillo, ahí estaba el chico de la habitación 209, ese que ahuyentó sus miedos y la devolvió a la vida.
Marcos le sonreía, sus ojos brillaban, caminaban lentamente para bajar juntos.
Se cuerpo se estremeció, un ruido hizo volver su rostro...
Con lágrimas en los ojos, se incorporó y fue cuando se dió cuenta que todo había sido un sueño y el despertador se había encargado de recordárselo.
Corrió a la puerta la abrió intempestivamente para asegurarse que ese chico, su chico no existía, el pasillo aún a oscuras y frente la puerta de la habitación 209 esa maceta que no se había movido en años.
Regresó a su cama, dió un suspiro pensando en lo largo que sería su día hoy.
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