Dejar libre la imaginación para escribir lo que a veces tenemos miedo de hacer.
Cuando creía
que mi mundo acababa
que mi alma
sepultada estaba
entre los escombros
de un corazón
que ya no aguantaba
un quebranto más,
alcé la mirada
y en el firmamento
de una mirada serena
un brillo robó mis miedos
extendió su mano
y mi vida hizo resurgir.
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