Escuchas mis susurros
Como un vendaval apareces
recitando la dulce prosa
que endulza mis sentidos
dejándome perpleja.
Hace menos de un día
mis ojos lavaban sus heridas
con agua y tequila,
dejandola vida pasar.
Recoges mis miedos
con un beso los encierras
mientras tus caricias
llenan mi alma.
Ahora, empieza de nuevo
ese dulce calvario
donde tu sonrisa
es mi mejor regalo.
Son siempre bienvenidas y deseadas, esas palabras que se deslizan llenas de ternura a través de esta linda pluma
ResponderEliminarEs como si siempre, estuviera a su lado, sabedor de su todo.
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