A contracorriente
Creí en el amor y me lancé a la mar
siguiendo las corazonadas
esas que iluminaban mis días
cuando todo parecía acabar
La tormenta intentó hacerme naufragar
pero los latidos se hicieron intensos
y el faro de mi esperanza siempre
al final de la oscuridad estaba
Recordar cada beso y cada caricia
me hizo superar esa escala de abandono
donde mi vida se había sumergido
haciéndome llegar a tierra firme
He me aquí ahora, junto a ti
disfrutando cada amanecer
cogidos de las manos
soñando con la eternidad.
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