Misiva casi inédita
¡Amore!
Tú, que te colaste muy dentro de mi alma, que el destino juntó nuestros caminos, cuando todo parecía perdido y me movía a pasos lentos entre las horas eternas en que se convirtió mi existencia.
Una mirada fue el inicio de lo que no buscamos, pero que encontramos, y a pesar de los miedos, poco a poco, borraste todo aquello que me hacía correr.
Me devolviste mi esencia, mi paz y tranquilidad; creando cada momento aunque efímero sea, pero que marcaba mi corazón, que por ti comenzó a latir de nuevo.
He descubierto un mundo diferente al que pensaba, en el que creía, siempre con emociones como el vaivén de las olas, mi vida ha cambiado y me siento plena y segura.
Tuya siempre.
Tu niña linda ...
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